sábado, 19 de octubre de 2013

FUNCIONES DEL LENGUAJE



 FUNCIONES DEL LENGUAJE

 

 

                                        Función apelativa o conativa

Se llama conativa de latín "conatus" (inicio), porque el emisor espera el inicio de una reacción por parte del receptor.
Se centra en el receptor. Es la función de mandato y pregunta. El emisor intenta influir en la conducta del receptor. Sus recursos lingüísticos son los vocativos, modo imperativo, oraciones interrogativas, utilización deliberada de elementos afectivos, adjetivos valorativos, términos connotativos y toda la serie de recursos retóricos. Se da en lenguaje coloquial, es dominante en la publicidad y propaganda política e ideológica en general. Mediante el uso de esta función se pretende causar una reacción en el receptor. Es decir, con esta función se pretende que haga algo o que deje de hacer. Ejemplos:
Ejemplo: cuando decimos «¡Cállate!» o «Abre la puerta, por favor.»
Ejemplo: «¡Cierra la puerta!» - «Observen las imágenes y respondan.» Puede ocurrir que una frase aparentemente referencial esconda una función apelativa.
Ejemplo: «La ventana está abierta» - Puede estar haciendo una mera descripción de un hecho, pero también puede haber un contexto: «Cierra la ventana».
Dentro del mensaje se invita al oyente a que haga algo.

Función referencial, representativa o informativa

Es la función del lenguaje relacionada con el referente o el contexto, es decir, cualquier cosa exterior al propio acto comunicativo. Es la función del lenguaje más evidente a primera vista.
Está presente en todos los actos comunicativos. Se da cuando el mensaje que se transmite puede ser verificable, porque claramente reconocemos la relación que se establece entre el mensaje y el objeto (referente). Los recursos lingüísticos principales de esta función son los deícticos. Utiliza el lenguaje denotativo (el significado primario de las palabras). Prevalecen los sustantivos y verbos; es la más común en textos informativos, científicos y periodísticos.
Está función se llama también representativa, denotativa o cognoscitiva. Permite brindar conocimientos, conceptos, información objetiva.
Los textos que la contienen se caracterizan por ser objetivos y unívocos. Esta función la encontramos en los llamados textos científicos, cuyo propósito es ofrecer conocimientos. Se caracterizan por aludir a lo extralingüístico, es decir, a nuestro entorno o lo que nos rodea.
Ejemplos: El hombre es un ser racional. Hoy es martes. El libro está ahí.

Función emotiva, expresiva o sintomática

Se encuentra en primera persona y su efecto de sentido es de identificación. Esta función le permite al emisor la exteriorización de sus actitudes, de sus sentimientos y estados de ánimo, así como la de sus deseos, voluntades y el grado de interés o de apasionamiento con que realiza determinada comunicación. Esta función se cumple, por consiguiente, cuando el mensaje está centrado en el emisor:
Estoy tan solo, amor, que a mi cuarto
sólo sube, peldaño tras peldaño,
la vieja escalera que tráquea.

Juan Roca
Es bueno aclarar que la expresividad no se da aparte de lo representativo, sino que es una función del lenguaje que permite una proyección del sujeto de la enunciación pero con base en una representatividad. Así, en expresiones corrientes como "esa mujer me fascina" o "¡qué mañana tan hermosa!", predomina, sin duda, la función expresiva, pero con un soporte de representación simbólica dado por la alusión a unos referentes.
Para concluir, observemos que la función expresiva o emotiva se manifiesta gracias a los significados afectivos o connotativos que se establecen sobre la base de los significados denotativos: cuando hablamos, expresamos nuestro estado de ánimo, nuestras actitudes o nuestra pertenencia a un grupo social, damos información sobre nosotros mismos, exteriorizamos síntomas, aunque no tengamos siempre plena conciencia de ello. El emisor se comunica para transmitir la información centrada objetivamente en la realidad exterior referente a las ideas que tiene sobre ella. Permite comunicar a otros estados de ánimo las emociones o sentimientos.

Función estética o poética

Esta función está orientada al mensaje. Aparece siempre que la expresión atrae la atención sobre su forma, en cualquier manifestación en la que se utilice el lenguaje con propósito estético. Sus recursos son variados, por ejemplo las figuras estilísticas y los juegos de palabras. Esta función se encuentra especialmente, aunque no exclusivamente, en los textos literarios. Ejemplo: Que el alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada.

Función fática o de contacto

Esta función está orientada al canal de comunicación entre el emisor y el receptor. Su finalidad es iniciar, prolongar, interrumpir o finalizar una conversación o bien sencillamente comprobar si existe algún tipo de contacto. Su contenido informativo es nulo o escaso y se utiliza como forma o manera de saludo.
La finalidad de la función fática no es principalmente informar, sino facilitar el contacto social para poder transmitir y optimizar posteriormente mensajes de mayor contenido.
Constituyen esta función todas las unidades que utilizamos para iniciar, mantener o finalizar la conversación. Ejemplos: Por supuesto, claro, escucho, naturalmente, entiendo, como no, OK, perfecto, bien, ya, de acuerdo, etc.
Está presente en los mensajes que sirven para garantizar que el canal funciona correctamente y que el mensaje llega sin interrupción.

Función metalingüística

Se centra en el propio código de la lengua. Se utiliza para hablar del propio lenguaje, aclara el mensaje. Se manifiesta en declaraciones y definiciones.
Ejemplo: "Pedro tiene 5 letras".

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